LOS TRES INSTRUMENTOS DE LA MUERTE: Es un relato policial; su título hace referencia las tres maneras que Sir Aaron Armstrong había encontrado para suicidarse: un nudo corredizo, un revólver y un cuchillo. Sir Aaron Armstrong era un maniaco suicida. Cayó en la bebida, que había abandonado hacía mucho tiempo. Esa mañana se encontraba en tal estado que, hundido en un infierno, se sentó y grito que estaba en las manos de los demonios, con una voz tan demencial que su hija no lo reconoció. Su locura ansiaba la muerte, y, moviéndose como un mono, como es típico de un loco, esparció muerte a su alrededor de distintas formas: un nudo corredizo, el revólver de su amigo y un cuchillo… DOCE HOMBRES: Publicado en el libro Enorme minucias. Trata de las reflexiones de un ciudadano que se ha visto obligado a asistir de jurado a los juicios que tienen lugar una mañana. En la que percibe la gran importancia que tiene para la verdadera justicia, la elección de jurados de personas corrientes, sin conocimientos de derecho, en contra del juicio de los llamados “expertos”. LA TIENDA DE LOS FANTASMAS: Lo importante de este relato es que es el ejemplo perfecto de cómo la realidad puede ser una fuente inagotable de historias siempre y cuando el observador tenga una poderosa imaginación. El narrador se sumerge en el escaparate de la tienda, con la misma ilusión con la que un niño surca los mares con su barco de juguete, o asalta un castillo con una espada de plástico.